martes, 12 de febrero de 2013

Zahiso y los mil rostros de Kimura




El rostro que ves es el de una mujer que sonríe, pero no te dejes engañar. Para saber si una mujer sonríe de verdad hay que mirarla a los ojos, porque la sonrisa verdadera es la del alma. 

Mis ojos son la antesala de mi alma. 

Si pudieras asomarte a ella verías que ahora mismo, por mucho que me esfuerce,  mi interior es como una de las mil caras rotas de Kimura. 


Desde 1999 el artista japonés Takahiro Kimura 'rompe' rostros humanos mediante técnicas de collage, fotografía y pintura. 

Me apasiona su proyecto 'Rompiendo 1000 caras' y es, para mí, aparte de una inspiración para escribir poemas breves, la expresión plástica de la soledad y el sufrimiento por el que a veces transitamos.

Sus caras rotas son espejos que reflejan emociones. El rostro de mi alma, en este momento, creo que se llamaría “Zahiso” que en japonés significa “la que ve con claridad qué cosas se interponen y le impiden alcanzar una comprensión más profunda de sí misma y del mundo”. 


Sería un rostro roto en mil pedazos, una acuarela de azules y grises desdibujados…el rostro de la que sabe que es la “ilusión” la que me aleja de las cosas que realmente quiero conseguir en la vida. 


El rostro de esa mujer,  de “la mujer que sabe” es lo que verías si te asomaras a la sima de mi interior, porque la que sonríe, la que disfraza su tristeza, su dolor con ese “todo está bien”, esa,  no quiere ver más allá del espejismo que ella misma ha creado.  

Es más fácil vivir de ilusiones que enfrentarse a la verdad, porque si esa verdad se derrumba, el  alma se puede hace añicos y la mujer que sonríe no confía en que esta vez, “Zahiso” sepa cómo recomponerlas a ambas.

Mar González, 12 de Febrero de 2013















  


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